"FUE UN GRAN AMIGO HASTA SU MUERTE  EN MADRID".-

Eduardo Fuentes Gómez de Salazar, el pacto del capó



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PPG
 
 
 
Eduardo Fuentes Gómez de Salazar nació en Madrid, el año de 1932. En su Carrera Militar obtuvo, entre otros, los Diplomas de Estado Mayor, Mando de Unidades Acorazadas y Dirección de Servicios de Inteligencia. Asimismo, fue Profesor de Táctica, Estrategia y Geopolítica en las Escuelas de Estado Mayor y Superior del Ejército.
      Siento Teniente Coronel, durante el 23-F de 1981, participó como mediador y fue el protagonista principal del denominado “Pacto del capó”, que culminó con el desalojo del Congreso de los Diputados. Mediante ese pacto, escribió, de su puño y letra, sobre unas cuartillas con el membrete de las Cortes, las condiciones pactadas, que establecían la exención de responsabilidades a los participantes en el 23-F, de Tenientes para abajo, y fueron rubricadas por el General Alfonso Armada, sobre el capó de un vehículo militar. De ahí, el nombre de “Pacto del capó”. El 24 de febrero de 1981, se negó a brindar por la liberación del Congreso ante el Jefe del Estado Mayor del Ejército, General José Gabeiras Montero, rehusando la copa de champaña que le ofrecía Gabeiras, indicando que no podía celebrar la entrada en prisión de compañeros y amigos suyos. En 1988, tras ejercer el mando de dos Regimientos, pasó voluntariamente a la Reserva con el grado de Coronel de Infantería.

 
   Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Colaboró asiduamente en diversas publicaciones y fue Subdirector y Jefe de Redacción de la Revista Reconquista. Fue distinguido, por su labor periodística, con los premios “Ejército”, en 1980; y “Fuerzas Armadas” en 1981.
 
   Estudioso de la Historia Americana, fue miembro de la Asociación América 92 y Directivo del “Instituto Español Sanmartiniano”. Fue, igualmente, miembro distinguido y Secretario de la Fundación Nacional Francisco Franco, FNFF, y autor de los libros: Estrategia de la implantación española en América; y El Pacto del capó.
 
   Pese al cáncer que padecía, continuó colaborando hasta el final en la Fundación Nacional Francisco Franco, donde realizó una sensacional labor en favor de la verdadera historia de España y siempre ayudó a todo el que se le acercaba. Tenía una gran simpatía natural y don de gentes que hacían muy agradable la relación con él. En el Boletín de la FNFF escribió varios artículos, siendo el último de ellos uno dedicado al cine español actual. Falleció cristianamente en Madrid, el 2 de diciembre de 2004. 
ALBERTO DE TORRESANO.-